Que una amiga y colega a la cual admiro me de una segunda oportunidad para acompañarla como segundo fotógrafo en un matrimonio en Santiago es lo más la raja que a uno le puede pasar. La última vez que estuve en Santiago fue para eso, para fotografiar con Mónica Muñoz el Matri de Jesu y Pablo, un día frío en la capital pero con una energía increíble, tal y como suele ser los matris en los que ella está, con esa volá de las Wild Brides que tanto me encanta de su rollo como fotógrafa.